Recordando a Adolfo Barthe Aza

En el día de hoy despedimos a una persona especial, un hombre entusiasta y de enorme humanidad. Nos ayudó a impulsar y a dar visibilidad a la Fundación estando siempre dispuesto a aportar su experiencia y opinión cuando se le solicitaba.

Su trabajo y entrega a su actividad como doctor, tenía mucho que ver con su marcada actitud de hacer algo por lo demás, compartiendo los valores por los que siempre se destacó Marino Gutiérrez, formas de ser y pensar, que han sido pautas en sus parecidas vidas.

Quedamos con la imagen de la persona que con emoción, el pasado 24 de febrero recibía la insignia de oro, premio honorífico, de la Fundación Marino Gutiérrez Suárez.

Recordaremos siempre su imagen entrañable de un hombre bueno y comprometido.

Desde aquí, quiero transmitir todo el ánimo y un fuerte abrazo para Cheres e hijos con todo el cariño de la Fundación Marino Gutiérrez Suárez.