VEINTICINCO AÑOS: CONSTRUYENDO UNA ILUSIÓN.

Cuando Armando Palacio Valdés escribió La aldea perdida, seguramente no imaginó que en una de aquellas parroquias de Laviana que él describía tan bellamente se levantaría un centro de enseñanza que ya nada tendría que ver con las apacibles actividades agrícolas que ocupaban la vida de Nolo y Demetria, si no con el mundo de la innovación y la tecnología propio de la modernidad industrial. Y, sin embargo, en lo más fundamental y básico, su canto a la sucesión del ciclo vital natural permanece de alguna manera en los principios de creación, promoción y desarrollo que articulan las sociedades modernas.
En efecto, el Instituto de Educación Secundaria «Alto Nalón» de Barredos puede ser visto como un semillero donde crecen los plantones que habrán de trasladarse luego a los distintos espacios y niveles de su entorno local y global. Pero estos plantones son tanto las personas (alumnado y profesorado) como las ideas; y, sin ellos, no tendría sentido hablar de investigación, desarrollo, innovación, etc.

Ha sido aquí, pues, en este centro educativo, donde desde hace veinticinco años se está llevando a cabo una de las ideas más ilusionantes que cabría imaginar para aunar los esfuerzos de profesorado y alumnado, pero también para entusiasmar a la comunidad educativa, procurando su implantación en su propio entorno, a saber: el desarrollo curricular, social y humano, a través del diseño y construcción de un vehículo propulsado con motor, y su conexión en el contexto del centro educativo. Un entorno, por otra parte, local (asturiano) y global (europeo y americano). El desarrollo de esta idea se ha ido concretando como un programa a lo largo de los años, a la vez que se ha desenvuelto en diversas fases, de suerte que el embrión que arraigaba en 1990 de una forma aún incipiente y tímida es hoy, en 2015, un adulto en la flor de una vida llena de posibilidades.
Se establecen tres etapas a través de las cuales el desarrollo de la misma no hizo sino desplegar los componentes que, de alguna forma, constituían ya la estructura de aquel embrión:

1. Edad de Bronce: Trabajo duro y proyección internacional.
2. Edad de Plata: Aprendizaje y diversificación.
3. Edad de Oro: Avances en la adversidad.

EDUCACIÓN, EMPRESA Y CRECIMIENTO SOSTENIBLE.

Ahora bien, se hace preciso complementar esta resumida historia insistiendo en una serie de aspectos que, a nuestro juicio, confieren a este proyecto la calidad de una obra meritoria, objeto del mayor reconocimiento.
En primer lugar, desde un punto de vista pedagógico, el proyecto de construcción de los diferentes modelos y prototipos de vehículos ha permitido encauzar la educación, en una etapa tan olvidada a lo largo del tiempo como ha sido la Formación Profesional, a partir de un centro de interés con significación cognoscitiva más allá de la alienante y rutinaria repetición de tareas.
En segundo lugar, desde la perspectiva de los valores ciudadanos, en la medida en que la creación de cada prototipo ha estado y está ligada a las competiciones nacionales tales como: Solar Race Región de Murcia, Green Prix de Valencia, Madrid EcoCity e internacionales como: Shell Eco-Marathon de Europa, en Francia, Bélgica, Alemania, Holanda y la Shell Eco-Marathon de América (Los Ángeles), ha dado lugar a la ampliación de las fronteras de nuestra ciudadanía, posibilitando el intercambio cultural y de conocimiento con otras formas de vida. Una ciudadanía que ya está aquí, la de las nuevas generaciones que vienen empujando.
En tercer lugar, en un sentido institucional, la creación y promoción de los objetivos de este programa ha girado como un torbellino que ha atraído a su área de rotación a un conjunto de instituciones de muy diferente naturaleza. Consecuentemente, el «IES Alto Nalón» ha desempeñado el papel de catalizador de las relaciones con el mundo empresarial del sector automovilístico, pero también con instituciones políticas como ayuntamientos, administraciones y otro tipo de entidades socio-económicas características de la sociedad civil. A ello, debemos sumar la participación en ferias, congresos y exposiciones tanto de la comarca como del resto de Asturias, España y Europa.
En cuarto lugar, desde el punto de vista de la preservación y protección del medio, hoy día tan relevante, este programa no ha estado alejado de lo que se viene llamando «crecimiento sostenible». Así debe ser entendido el hecho según el cual los esfuerzos del equipo de docentes involucrados en él y liderado por el profesor Santiago Viña Fernández hayan estado centrados en los aspectos ecológicos tan urgentes para el sector de la automoción; por ejemplo, los vehículos de bajo consumo, la moción por energía eléctrica o la vanguardista pila de hidrógeno que son tres de las líneas constructivas del trabajo más puntero en la investigación e innovación automovilística.

El jurado ha concedido el Premio «A la Creación, Promoción y Desarrollo» al IES Alto Nalón (Barredos), por su implicación en la formación en valores de desarrollo personal y emprendedor del alumnado, habiendo conseguido un reconocimiento a nivel internacional.

La candidatura ha sido presentada por D. Gervasio Pablo Pardeiro Cantil.