Intervalo nace en el año 1.997 cuando un pequeño grupo de personas animados por la Trabajadora Social de Cáritas, se acerca al mundo de la inmigración con ilusión y muchas ganas de trabajar.

Los colectivos que entonces había en Asturias eran en su mayoría: ecuatorianos, senegaleses y marroquíes cuya fuente de ingresos era la venta ambulante y un grupo de polacos y checos que trabajaban en la mina.

La primera experiencia con inmigrantes fue con un grupo de indígenas de Otavalo en Ecuador. Ellos venían en familia y con la idea de vender productos que confeccionan en su país. Éste era el colectivo más abundante en Langreo, exceptuando el procedente de Marruecos que se agrupaba en torno a la Mezquita de Ciaño, gracias a la asociación “Centro Islámico”. Se intentaron cubrir las necesidades básicas de estos otavaleños: alimentación, muebles y enseres para la casa, la atención sanitaria, etc. Con posterioridad, se consiguen puestos de venta ambulante para estos inmigrantes en los dos mercados de Langreo.

Paralelamente Intervalo participa como miembro fundador de la Plataforma Proinmigrantes de Asturias, compuesta por los colectivos que trabajan con los inmigrantes en Asturias, manteniendo semanalmente reuniones en Oviedo.

Un paso más en la evolución de Intervalo fue la llegada a nosotros de un colectivo importante de personas que todos sabíamos que estaban pero que no se les conocía de cerca y es el colectivo de personas procedentes de Polonia. Con ellos llegaba a nosotros la problemática de la separación de familias, las incapacidades laborales, la soledad del que no entiende lo que le dicen, la solidaridad de quien se pasa horas traduciendo para que nosotros podamos intentar arreglar la situación de su compatriota…

Destacar que esta evolución viene marcada por la necesaria adaptación que la Asociación debe hacer a los requerimientos del inmigrante que llega a nosotros. Las necesidades del inmigrante las marca su propia idiosincrasia, los rasgos de la cultura de donde procede, su manera de ser como persona y, fundamentalmente, las marca las directrices que la legislación nos señala: la Ley 4/2000 de Extranjería que sustituía a la del año 1985. Ese mismo año sustituida por la 8/2000, con posteriores modificaciones 14/2003 y 2/2009.

La entrada de Polonia (año 2004) en la UE permite el libre movimiento de sus ciudadanos, lo que redunda en la no necesidad de múltiples y dificultosos trámites administrativos y conlleva un alejamiento paulatino de dichos ciudadanos de nuestra asociación.

En junio de 2008 y después de 11 años nos trasladamos desde La Felguera a nuestra actual sede social en Sama de Langreo. Y es aquí donde se acercan a nosotros otros colectivos, especialmente senegaleses (todos varones) y marroquíes (mayoritariamente mujeres y niños).

Los tres pilares básicos de nuestra asociación son sensibilizar, demandar, compartir. En la actualidad contamos con varios proyectos que se gestionan desde las diferentes áreas del colectivo y ofrecen a los inmigrantes:

• Acogida y ayuda asistencial.
• Información y asesoramiento en recursos y trámites.
• Mediación, traducción y acompañamiento.
• Asesoramiento y apoyo legal.
• Apoyo al empleo (ofertas de trabajo, acceso a formación…
• Programas de sensibilización ciudadana (talleres en centros educativos, participación en mesas de debate, actos públicos, exposiciones fotográficas y comunicaciones en prensa escrita y audiovisual).
• Fomento del ocio, participación y utilización de espacios públicos (visitas culturales, encuentros e intercambio de experiencias).
• Talleres de habilidades personales.

Por último destacar las acciones con proyección mediática tales como la Gala del 21 de marzo, Día Internacional contra el Racismo, Mójate contra el Racismo, Una Sonrisa contra la Exclusión, Noviembre por la Integración, Mezclando Culturas, Decálogo para un Mundo más sostenible, Libros solidarios.

El jurado decide conceder el Premio Marino Gutierrez Suárez a los “Valores Humanos y al Bienestar Social 2013” por mayoría, a la Asociación Proinmigrantes Intervalo, por el apoyo mostrado a las personas llegadas de otros países, facilitarles la adaptación al país de acogida, intentar cubrir sus necesidades y evitar la aparición de racismo y xenofobia, así como hacer entender que el fenómeno de la inmigración es una fuente de riqueza multicultural, haciendo así una sociedad más rica plural y justa para todos.

La candidatura ha sido presentada por la Asociación Fotográfica Asemeyando de La Felguera.