La Sociedad nace el 24 de mayo de 1890, cuando tres familias emparentadas entre sí, cuyos apellidos forman la razón social, deciden unir sus esfuerzos para poner en marcha un proyecto común en Villaviciosa, donde las tres familias tienen sus raíces.

En 1895, se pone en marcha el proyecto de construcción de la nueva bodega en La Espuncia, situada entre la carretera de Colunga y la ría de Villaviciosa, lo que permitiría una fácil entrada de materias primas y salida de producto terminado por vía marítima y terrestre. Durante la construcción se prepara el equipamiento con instalaciones y maquinaria de última tecnología del momento y se dota con flota marítima de porte adecuado para el transporte hasta, y desde, Gijón.

En 1900 se transforma en S.A. con 1.500.000 pesetas de capital social.

En 1906, abandona definitivamente la sociedad la familia Valle.

En 1913 se construye en el recinto de la bodega una fábrica de botellas que en 1918 se cierra por imposición de los sindicatos del vidrio de Cataluña. Esto supone un duro golpe a la economía de la sociedad que debe aumentar el capital a 3.000.000 de pesetas.
En 1924 se procede a una gran renovación de equipos y maquinaria. La sociedad tiene entonces representación en 12 países americanos, 5 países europeos y Marruecos y el 18 de agosto de 1925 visita las instalaciones S.A.R. Don Alfonso de Borbón y Battenberg, Príncipe de Asturias.

El 29 de setiembre de 1936 se produce la incautación de la empresa por el Sindicato ⁄nico del Champ·n adscrito a la CNT. Esta situación se prolonga hasta octubre de 1938.

En 1944, con la segunda generación con plenos poderes para la gestión, se amplía el capital a 5.000.000 de pesetas para reequipar y ampliar instalaciones y maquinaria. Se pretende reabrir la fábrica de botellas pero la oposición de las vidrieras gijonesas hace que el ministerio de industria no conceda la autorización.

El deterioro y pérdida de los mercados americanos tradicionales, excepto USA, que obligaron a la empresa en los años 60 y 70 a volcar sus esfuerzos en el mercado nacional, afianzando su posición de líder del sector con el desarrollo de nuevos productos, recuperación de algunos mercados americanos, acuerdos de producción con cánones por cesión de marcas y tecnología y por la adquisición de empresas de la competencia, siguiendo una política constante de reinversión de beneficios.

En 1981 un proceso hostil y doloroso propiciado por un grupo de accionistas que pretende vender la empresa a un conocido y discutido empresario jerezano, culmina con la salida de los últimos representantes de la familia Ballina, quedando a partir de entonces prácticamente todo el accionariado en manos de descendientes de la familia Fernández, única de las tres ramas fundadoras que perdura.
En esta situación se completa la incorporación de la tercera generación al gobierno y control de la sociedad, estableciendo como prioridad para garantizar la continuidad, conseguir el compromiso de todos los grupos familiares. Para ello, se elabora un Protocolo Familiar que establece las normas de relación entre la familia y la empresa y un Consejo de Familia con representación de la tercera y cuarta generaciones.

Se constituye la «Fundación José Cardín Fernández», que inicia su andadura con la publicación del libro «Valle, Ballina y Fernández, Historia de una empresa» y el montaje de la exposición «Colección Permanente», que refleja la historia de la propia sociedad. Esta exposición, sería inaugurada en 2002 por S.A.R. el Príncipe de Asturias.

Con la participación de la cuarta generación que se incorpora a los Órganos de gobierno y al Consejo de Familia, se amplía el espectro de actividad dentro del pequeño grupo de sociedades que componen Valle, Ballina y Fernández S.A., principalmente en el campo de la alimentación (sidras, vinos, mostos, conservas vegetales y cárnicas, turrones y dulces), pero también en otros tan dispares como las artes gráficas o la fabricación de piezas de poliéster, dando empleo directo a más de doscientas personas. Cuando vamos a cumplir 125 años de existencia como empresa, seguimos manteniendo el ideario de principios de los fundadores y nos sentimos orgullosos de mantener el compromiso de colaboración con nuestro entorno social y cultural, además de llevar el nombre de Villaviciosa y de Asturias unido a nuestra marca emblemática, nuestra seña de identidad, «EL GAITERO», por los cinco continentes.

Tras una minuciosa exposición, el jurado por unanimidad concede el Premio Especial Marino Gutiérrez Suárez 2014 a la candidatura de Valle, Ballina y Fernández, S.A. (Grupo Gaitero) en base a lo siguiente:

• Por sus más de 120 años de vocación empresarial y sus más de 60 años de participación en otras sociedades, a pesar de las difíciles coyunturas sociales y económicas habidas a lo largo de su historia.
• Por llevar la marca «Asturias» en sus productos por el mundo entero, con mención especial en la América Latina.
• Por mantener y dar a conocer el importante patrimonio histórico de la empresa a través de su propia Fundación.

La candidatura ha sido presentada por Antonio Bernardo Sirgo.